Hace 
				mucho que los científicos saben que la salinidad del agua de 
				mar resulta crítica para los patrones de circulación del océano, 
				el ciclo deagua de 
				la Tierra y 
				el clima global. 
				Aunque su teoría estaba clara, lo que realmente podían ver de 
				estos niveles de salinidad en la superficie del mar era una 
				fotografía no demasiado clara obtenida desde boyas dispersas y 
				datos desiguales, viejos y nuevos, a bordo de embarcaciones. 
				
				Con el lanzamiento de un cohete de la NASA establecido 
				para el jueves desde la Base de la Fuerza Aérea de Vanderburg, 
				en California, un nuevo y sensible instrumento de microondas a 
				bordo de un satélite internacional está a punto de obtener esta 
				imagen en alta definición.  
				
				El primer satélite que analizó la superficie salada del mar fue 
				el Instrumento del explorador de la Humedad del Suelo y de la 
				Salinidad de los Océanos (SMOS) de la Agencia Europea Espacial, 
				lanzado en el 2009. Este instrumento captura imágenes de 
				la radiación de microondas emitidas en torno a la frecuencia de 
				los 1.4 GHz y se concentra en las regiones polares. El SMOS 
				llevará por primera vez un radiómetro interferométrico en 2D a 
				una órbita polar. 
				La misión Aquarius 
				de la NASAcubrirá 
				semanalmente todo el océano utilizando 
				tres radiómetros sensibles y un difusómetro que corrige la 
				rugosidad de la superficie del océano.
				
				A 408 millas desde el espacio, 
				los sensores del instrumento Aquarius detectarán sutiles 
				diferencias en la salinidad de las aguas superficiales delocéano, 
				así como diferencias térmicas en el brillo de la banda de 
				microondas. Una zona más salada del océano emite 
				una señal térmica más brillante a los sensores de la Aquarius, 
				que son capaces de detectar cambios tan pequeños como dos partes 
				por 10.000.  
				
				"Si colocas una pizca de sal en un galón de agua, 
				nosotros podríamos detectar esa sensibilidad desde 408 millas 
				sobre la Tierra”, 
				declaró Amit Sen, jefe del proyecto Aquarius en un podcast de la NASA. 
				“Es un gran logro por sí mismo”.
				
				Entre otros avances, las mediciones por satélite rellenarán los 
				vacíos de datos de información de los océanos del hemisferio 
				sur, áreas clave de la circulación oceánica en donde el control 
				es muy escaso. También desarrollarán perfiles más detallados de 
				los cambios en curso en elAtlántico central 
				norte, en donde la salinidad ha ido en aumento. Y los 
				investigadores obtendrán una visión más detallada de los mares 
				nórdicos y Labrador, en donde el agua fría, 
				salada y densa se acumula y se hunde hasta las profundidades, 
				como un transportador global que transporta calor desde el 
				Ecuador hacia los polos.
				
				Las nuevas lecturas también suministrarán información importante 
				sobre el intercambio de energía y 
				vapor de agua entre 
				el océano y 
				la atmósfera, en donde los procesos de evaporación y 
				precipitación representan el 80% del ciclo de agua del 
				planeta.
				
				Toda esta nueva información se espera que eventualmente 
				encuentre su camino hacia modelos informáticos que simulen el océano y 
				la circulación atmosférica, mejorando las previsiones sobre el 
				futuro de nuestro cambiante clima.
				
				El investigador principal, Gary Lagerloef, un científico del 
				laboratorio independiente de investigaciones de la Tierra y 
				el Espacio en 
				Seattle, ve una nueva frontera en la investigación del océano por 
				medio de satélites.  
				
				"Vemos el océano de 
				una manera totalmente diferente”, le dijo a Alan Buis de la NASA. 
				“Cuando se lanzaron los primeros satélites científicos de laTierra en 
				la década de 1970, vimos los remolinos oceánicos por primera vez 
				y obtuvimos nuestro primer vistazo de la tremenda turbulencia 
				delocéano. 
				Con Aquarius vamos a ver cosas que actualmente no vemos. Es como 
				si nuestros ojos se quitaran una venda”.